Uno de los mayores desafíos para los jardineros principiantes es saber cuándo regar. ¿Mucho? ¿Poco? ¿Todos los días? Regar correctamente puede marcar la diferencia entre una planta feliz y una que se marchita en pocos días. Aquí te dejo señales claras y consejos sencillos para no fallar.
1. Toca la tierra
Un método simple pero efectivo: introduce tu dedo 2-3 cm en el sustrato.
Si está seco, es hora de regar.
Si sigue húmedo, espera unos días más.
Ideal para suculentas, aloe, cactus y otras plantas sensibles al exceso de agua.
2. Observa las hojas
Las hojas te hablan (en serio). Aquí algunos signos clave:
Hojas caídas pero firmes: falta de agua.
Hojas blandas, amarillas o con manchas marrones: exceso de agua.
Importante: no confundas “hojas caídas” por calor con deshidratación. Observa también el sustrato.
3. Ten en cuenta la estación del año
Las necesidades de riego cambian según el clima.
En verano las plantas beben más (riega con más frecuencia).
En invierno, muchas entran en reposo (riego mínimo).
Tip: si estás en clima seco o con calefacción interior, la tierra se seca más rápido.
4. Elige bien la maceta
El material y el tamaño influyen en la humedad del sustrato.
Macetas de barro → absorben humedad, ideales para plantas que odian el exceso de agua.
Macetas plásticas → retienen más agua, úsalas con plantas que la necesitan más seguido.
Aprende a regar correctamente desde el principio
Regar bien es una de las bases del éxito en jardinería.
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